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DUERERÍAS Analecta philosophiae |
Novedad editorial Pablo Redondo,
Sebastián Salgado: “Una historia de la filosofía para la vida cotidiana” Nuevo número Revista de Filosofía “Duererías” © Duererías 2ª época |
Ciertamente, filosofía significa,
etimológicamente, amor a la sabiduría. Y el amor, como dice Platón, es el
deseo de algo que no se tiene: simplemente somos buscadores de ella, sabiendo
que nunca podremos tenerla sino en pequeñas migajas o fragmentos. Y justamente,
el término analecta, significa migajas,
fragmentos. Pero, profundicemos más en su
etimología: el término latino analecta-ae,
(de origen griego analéktes), es utilizado
por el poeta romano Marcial para designar al esclavo que recoge las migajas
del suelo. En la etimología de este término distinguimos, por una parte, el
étimo -léktes: el sujeto, agente, que
realiza la acción de coger o recoger, que procede del verbo légo: coger, recoger (si bien también significa
decir, hablar; y leer, pues el lenguaje y la lectura son, ciertamente, una
forma de asir los objetos o realidades a las que pretendemos referirnos). Por
otra parte, el prefijo ana- significa de
abajo hacia arriba. Así pues, el analéktes
es el sujeto que se apresta a recoger las migajas, inclinándose hacia el
suelo. Finalmente, en su forma sustantiva neutra pasiva, analecta-orum
(que es la que corresponde aquí) significa los fragmentos o migajas que son
recogidos, como fruto de la acción del analéktes,
después de agacharse hasta el suelo en busca de esos fragmentos o migajas de
sabiduría, los cuales presentamos al lector internauta esperando que puedan
ser chispas que iluminen algunas ideas en su mente.
Fco. Javier Hernández González |
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